Dulzura derramada en displicencia,
arco de luz que me captura siempre:
Decretada en toda mansedumbre
finges que eres bahía que se cierra,
templo que no se abruma en sus mismos orígenes,
ensenada selecta donde dejar mis cantos.
subes por mí, enredadera de grilletes,
surtidor de dedos en delicias
ambrosía entre tus cuencas arteriales
dibujando con tu lengua mundos, nudos
placeres inclementes, mis deleites
la sensación que siempre se acumula
y es por tus labios menta derramada:
La sed es indómita y se sacia en tus adentros
porque para tenerte es la razón de mis húmeros.
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