abrazo de dos cuerpos en si exterminándose
en la cama petrea, ante el sabor del acido
en la estancia de intensa alevosia
echando el estupor a sitios vacuos:
par de enamorados como extensas vaguadas
cantándose al oido suspiros avivados
fiesta por siempre, festin que no se acaba.
Legiones de peces hacen a esta pareja
atropellada en sus lenguas erizadas.
Pasión, rosa viva, labios que se desfloran,
el tálamo nupcial del que perdio el anillo
o le dejo enterrado en otro orbe musgoso.
Peleas musculares, diatribas de manjares
se enseñan a morir en una brasa vívida
cimentados en dientes y parpadeos plurales.
Cada uno navega de arriba a abajo al otro:orejas que se muerden, estímulos estallando
llegando hasta lo último de si mismos se increpan:
turbión de manos, tifón de deseos, lucha de miembros
ahogándose a si mismos en sus tensos esfuerzos:
abanicos de plumas, oros, rizos arrancados
El dia y la noche siguen, prosiguen, gimen, tornan
y las partes se avienen a palparse y sorberse.
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