hacia el desfiladero de culpas incrustadas:
Muéstrame el dolor que te es inexplicable:
Aquello que marchita tu corazón y remuerde
la conciencia con su turba de uñas y arañazos.
Lo que te hace pasar perturbada con la locura del insomne:
Lo que te traspasa como mil cuchicheos de puñales.
Lo que pone en tu corazón una inasible molestia.
Solitaria: nada en la vida es tan punzante como lo que no hicimos,
o que hicimos y odiamos hasta el perpetuo aborrecimiento.
Corta es la existencia para cargarla con letales angustia.
Pequeña es el alma para que se consuma en llamas multiformes.
arranca ya de tu corazón esos incendios trémulos.
Vive al lado mío, con mis evanescentes apaciguamientos.
si me lo permites, haré que rías entre copas y vítores
porque tu consistencia es de abriles nuevos y debemos celebrarla.
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