cristal artificioso de tu torso.
Domos tiernos como mareas curvadas
con la boca comiendo hostias salvajes.
Relumbra el artesonado de tus caderas
bajando a lomos hacia otros orificios.
Las uñas con acrílico que marcan
los signos que deseas endosarme.
Tu nariz y su tabique entre tus ojos
donde ondean placer y maravillas.
Arcos de ríadas tus exquisitos hombros
donde la estrella te asombra de homenajes
Amanecemos siempre en la orilla
del mismo mar sediento de las pieles.
Por las espirales de mi ombligo subes
reptando lentamente con tus lianas.
Combate cuerpo cuerpo y frente a frentede seres que no sufren desagravios.
te echo hacia atrás la melena y gravita
flotando como lúdicos maizales.
Asiéndome de esa cabellera
me hago al mar indómito que eres:
Exploro a estribor y a babor
si buscan acecharnos enemigos.
Desemboco en un delta airoso
de donde fluyen dos fuentes como piernas
Consigo allí una montaña altísima
y al pie de ella, un tesoro secretísimo.
Por ese horizonte me introduzco y me pierdo
mientras la risa baja como estridencia
y se entreabren ante mí esos manglares
en los que plantaré dulce banderaforjando la paz en tu estructura.
La noche danza afuera entre sus velos
mirándonos con envidias de puñales
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