en las falsas distancias que me da el pensamiento
atrapado en los mismísimos caminos de los lutos
sintiendo los primeros visos de la inexistencia.
Lejos de ti: mi pan, mi copa, mi racimo florecido,
ajeno a las sonrisas que dejas en el aire
fuera de los alientos que siempre te entretejen
como mariposa de fuego en su danza sagrada:
Quisiera ahora evadirme y retomar al mundo
donde nos aferramos a enterrar las nostalgias
Yo araba en tu pelo de mar maravilloso
sosteniendo en pie santo de tu tibia clineja.
Tu te sostenías en tu talle radiante
entregándome a besos tus fibras y tu humus
en la extensión misma de rotos tajamares
e iba grata mi mano a medir tus bahíasAhora, alejado de las balanzas de la paz, y de noche
algo denso, voluminoso, con garras de salitre
me ahoga desde el fondo de su mismo arrebato
y desplaza mi lengua hacia una sed agónica.
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