y nos cierre los ojos en un dolor profundo.
Que el furor que demuestra las iras del pagano
no borren alegrías de las que tienes antojos.
No permitamos nunca que nos cierren el alma
que busca revelarse de los agrios trasiegos
ni aceptemos los lutos que pone el inframundo
para que sólo pensemos en terrores arcarnos.
Que la luz vibre y perdure por siempre en nuestros ojos
y, que sus claridades, enceguezcan enojos
al son de un tambor de contextura suave
mientras los sueños sobrevuelan como cantos de ave
y se desprende la congoja, aun del vagabundo,
pues para reír es que Dios planificó este mundo
y nos dío, para vivir, aquella risa suave
que puede deshielar aun los más fríos huesos
que necesiten de calores, arrullos y embelesospara sentirse ufanos de condición humana
pues si la raza se muestra con destrezas paganas
es menester no claudicar ante su brioso lazo
Pues no lo hizo aquel que cultivo quimeras
como el Inca glorioso llamado Garcilazo.
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