Ondula el vértigo
en un valle de claridades ordenadas:
Quiere fluír hacia abajo y a arriba.
Quiere ser movimiento en la tarde del llano.
Sembrado en su eje de fijezas
está condenado a verse no partir
hacia las tardes cargadas de remanso
donde pacen los lares de destellos.
Ondula el vértigo y son quietos sus vaivénes
y son por yemas y dedos aspirados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario