viernes, 8 de febrero de 2013

Ya sin filosofar

Ya sin filosofar
             en la noche enfundada
   siempre hecha de ruidos
   reconozco, al fin, las claves de mi reticencia:
   Sé que no me he entregado a todos los espasmos
        de una vida que pide venir en cavilaciones.
   He pensado los pasos a mi diestra
             y las ambiguedades creadas a mi zurda.
   He caminado por un teatrillo fantasmal
              que aspira al hombre hasta sembrarlo en polvo.
    Que hace de los seres algo menos que una idea
             y disminuye, donde puede, al navegante.
Ya sin filosofar me alegro que he pensado
al pasar por mi mundo venciendo voluntades.
Que a veces me fueron tribales e imperiosas
mas me hubiesen llevado a lugar de hecatombes. 

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